PEGAR Y MORDER: 16 MANERAS DE PARAR
Las manos y los dientes en crecimiento con frecuencia se meten en problemas. Los niños pequeños, muerden y pegan sin pensar en las consecuencias. Los mordiscos y golpes, hacen daño y deben corregirse, antes de que hagan daño a las personas o las relaciones.
1. Entienda por qué los niños muerden y pegan
No se lo tome como algo personal. Los bebés muerden las manos, los pechos que les alimentan… Todo lo que los bebés hacen se resuelve alrededor de su boca o sus manos. Las manos y los dientes son las primeras herramientas sociales, y aprenden a usarlas con las respuestas que obtienen. Tan pronto como los dientes erupcionan y agitan las manos, los bebés experimentan y usan estos instrumentos sobre diferentes objetos, para ver qué se siente. ¿Y que hay más disponible y más familiar que la piel de los padres?. El trabajo de los bebés es usar estas herramientas. El de usted, enseñarle cómo.
Estos pequeños mordiscos y golpes iniciales, tan malos como parecen, son comunicación llena de juego, no comportamiento irrespetuoso ni agresivo. Los golpes y mordiscos agresivos son más comunes entre los 18 meses y los dos años y medio, cuando el niño carece de lenguaje verbal para comunicar sus necesidades. En su lugar se comunica mediante acciones. El morder, habitualmente para a medida que crecen las habilidades de comunicación, pero el pegar no.
2. Entender por qué los niños pequeños pegan y muerden
Lo que en un niño pequeño son simplemente gestos socialmente incorrectos, pueden, si no se revisa, convertirse en comportamientos agresivos en los niños. Por esta razón quiere eliminarlo del repertorio del bebé, antes de que forme parte del niño en crecimiento. Los niños se vuelven agresivos para liberar enfados, para controlar la situación, para demostrar poder o para proteger sus pertenencias en una batalla por los juguetes. Algunos llegan al mal comportamiento en un intento desesperado para llegar a unos padres distantes. La mayor parte de los comportamientos agresivos en la primera infancia disminuyen en el momento en que el niño puede comunicarse con palabras en lugar de con acciones.
3. Considere la fuente
¿Qué dispara un comportamiento agresivo? Mantenga un registro diario -o al menos notas mentales- que identifiquen la correlación entre los actos del niño y las circunstancias que lo favorecen. Por ejemplo, Kate mordió a Suzie mientras jugaban en grupo. Suzie tenía su pelota favorita. Era casi la hora de la siesta, había montones de niños en un sitio pequeño y Suzie es muy mandona.
4. El niño que hace daño a uno de los padres
La bofetada en la cara es un comportamiento socialmente incorrecto con el que muchos niños experimentan. Reconduzca al “abofeteador” a un comportamiento socialmente aceptable. Por ejemplo, ”choca esos cinco”. Igualmente, reconduzca el morder. “No se muerde, hace daño a mamá”, poniendo cara triste y después reconduzca, “abraza a mamá, eso si me gusta”, poniendo cara contenta.
Una vez que el abofetear se ha convertido en una expresión de frustración -por ejemplo, se enfada porque no le dan una chuche- use las consecuencias naturales. Firme pero calmadamente dígale, “no se pega” y póngale en el suelo. Seguirá estando enfadado por la chuche. Verbalícelo por él, explique con palabras por qué está enfadado. No permita que su hijo lo utilice como saco de boxeo. Dele el mensaje de que no permitirá que le haga daño. Si usted no permite que su hijo le haga daño cuando es muy joven, será menos probable que se lo haga a otros en el futuro, y que permita que se lo hagan a él. Le está enseñando a decir no a las agresiones. Por ejemplo, levantando una mano para evitar el golpe, pero no devolviéndolo.
5. Niños pequeños que pegan a bebés
Si su hijo de un año y medio golpea con su martillo de juguete en la cabeza de bebés, retire todos los objetos con que pueda pegar. Enséñele y dígale que no pegue y ofrézcale un gesto alternativo. “Sé cariñoso, acaricia al bebé”, mientras guía sumano.
6. No devuelva el mordisco
Usted puede razonar, “el niño necesita aprender que los mordiscos duelen”. Sí, pero no hay manera de que su hijo decida no morder si usted le muerde para demostrarlo. Utilice una método alternativo al “diente por diente”. Lleve a su hijo aparte y dígale, “déjame que te enseñe el daño que hacen los dientes” y presione su antebrazo contra sus dientes superiores como si estuviera mordiéndose a si mismo, no de forma vengativa, sino como un padre mostrando algo. “¿Ves como morder duele?”. Dé esta lección inmediatamente después del mordisco. Usted quiere que su hijo aprenda a ser sensible con los sentimientos de los demás. Una lección temprana es la empatía.
7. Modelos de pegar
Kate pega a Thomas. La madre de Kate, avergonzada e irritada, rápidamente se acerca y pega a Kate en el brazo diciendo, “no se pega”. Ahora ¿Está usted tan confundido como Kate? ¿Le ha empujado la vergüenza o el enfado a hacer algo ilógico? A todos nos ha pasado. Así que planifique su estrategia con tiempo. ¿Qué hará cuando su hijo pegue a alguien?
8. Niños que hacen daño a otros niño
Usted se da cuenta de que un niño pega a otro para obtener un juguete. Muéstrele y dígale una forma alternativa de obtener el juguete. ”No pegamos a otras personas. Si quieres el juguete, espera a que tu amigo termine o pregúntale a mamá y yo pondré un tiempo para compartir. Cuando yo quiero algo de ti no te pego para conseguirlo, te lo pido amablemente”. Si el que pega no colabora, pídale a la víctima que diga que no jugará con él hasta que pida perdón y deje de pegar. También puede decirle, “¿cómo te sentirías si te pegara a ti?”
9. Tiempo fuera para el agresor
“Morder hace daño, y es malo hacer daño. Ahora te vas a sentar a mi lado”. Habitualmente, los niños de dos años pueden establecer la conexión entre ser agresivos y las consecuencias. Anime a su hijo a decir “lo siento”. Si ya no está enfadado, puede que quiera dar un beso o un abrazo.
10. Sea un modelo de no-agresión
Un niño que convive con la agresión será agresivo. ¿Cómo expresa usted el enfado, maneja conflictos, y obtiene sus objetivos? La agresión es contagiosa. Los niños pequeños también copian los comportamientos agresivos de hermanos mayores. Haga de esto una experiencia educativa. Hábleles a los mayores de que son un ejemplo. Por su propio beneficio y el de los pequeños, dígales que “limpien” sus actos.
Arrancar cosas de las manos es un comportamiento agresivo propio de niños pequeños -tenga cuidado de no ejemplificar esto sin querer, quitándoles las cosa de las manos-. De forma tranquila explíquele por qué no puede tener la cosa que ha cogido y pídale que devuelva el objeto al niño o que se lo de a usted. Puede que tenga que ofrecer algún otro objeto a cambio. Si su hijo está a punto de romper algo valioso o hacerse daño, use una voz firme y muéstrele con el lenguaje corporal que espera que lo deje inmediatamente.
Evite situaciones que sacan lo peor de los niños. En un cumpleaños, a una madre se le ocurrió organizar una búsqueda para los chicos, por toda la casa, y además ofreció un premio para el ganador. La casa y los niños terminaron hechos una ruína.
12. Suavice
12. Suavice
Observe al niño pequeño que habitualmente tira juguetes y muñecos y los golpea. Mientras que parte de este comportamiento es normal, si es frecuente puede significar una alerta roja de tensión y enfado. El niño corre el riesgo de tratar a las personas de esa manera. Además de investigar la raiz del problema, favorezca un juego más tranquilo, “abraza al osito”, “quiere a la muñeca”.
13. Recompense
Los niños de más de tres años responden bien a las recompensas. Cree un panel de puntos por no pegar. “Cada día que no pegues dibujaré una cara sonriente, y cuando tenga tres, iremos a comer juntos”.
14. Programe autocontrol
Algunos niños impulsivos pueden pegar antes de pensar. Para los niños de más de tres años, ayúdele a controlar esos impulsos, sugiriendo comportamientos sustitutivos a los que el chico pueda recurrir cuando a su mente viene la palabra “pegar”. ”Tan pronto como sientas que quieres pegar, golpea una almohada o da una vuelta al patio”. Usted también puede ser modelo de autocontrol. La próxima vez que piense en pegar a su hijo, hágaselo saber. Sujete su propia mano y diga “no mano, no debes pegar”, delante del niño.
15. Aplique doble disciplina
Cuando pegar se vuelve irrespetuoso y mina su autoridad, merece una doble dosis de corrección: de mamá y de papá. Thomas, de cuatro años, se enfadó y pegó a su madre. Inmediatamente ella lo sentó, le miró fíjamente a los ojos y le dijo seriamente que bajo ninguna circunstancia debía pegar a sus padres, que ese comportamiento es intolerable y sería firmemente corregido, y le envió a su habitación. Después de este tiempo de exclusión, hablaron sobre su enfado. Más tarde, compartió el asunto con su marido que habló con Thomas. Reforzó la seriedad de la cuestión y le dijo que no le permitiría pegar a la mujer que él quería. Este padre inteligente, consiguió más provecho de su disciplina, haciendo saber sus sentimientos hacia su esposa.
16. Supervise
No es bueno, ni seguro, dejar jugar sin supervisión a un niño agresivo con víctimas potenciales, sin padres a la vista. Si su hijo es agresivo, comparta su preocupación con los otros padres y profesores, y busque su colaboración para temperar el comportamiento agresivo de su hijo. No dude en comentar la situación, sin duda ellos también habrán pasado etapas de agresividad. De otra forma las agresiones pueden destruir una amistad. Los profesores y cuidadores también deben estar alerta, para que esta actitud no afecte a todo el grupo. En el establecimiento de un grupo los niños aprenden lo que es socialmente aecptable. Si la atención está en el niño que muerde, o si perciben que morder es un comportamiento aceptable, pueden adjundicarse esta etiqueta y que forme parte de su repertorio. Si bien, el comportamiento de un agresor debe ser atendido inmediatamente, no dé la imagen de que ésta es la única manera de obtener atención. Asegúrese de encontrar la forma de premiar a los niños por su buen comportamiento.
Artículo del Dr. Sears, padre del Attachment Parenting, traducido porSole, doctora en medicina, del foro de Dormir sin llorar.
Fuente: www.dormirsinllorar.com
Artículo original del Dr. W. Sears Traduccido por Sole, Doctora en Medicina.
Fuente: www.dormirsinllorar.com
Artículo original del Dr. W. Sears Traduccido por Sole, Doctora en Medicina.
Agradecer de antemano el aporte de Paula, ya que este articulo fue extraido de su blog
Muchas gracias por compartir!
1 comentario:
Gracias!!!
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